NUESTRAS PEQUEÑAS, GRANDES PÉRDIDAS.

A lo largo de nuestra viada experimentamos una serie de pérdidas, algunas más significativas que otroas; el primer día en el kínder y separarnos de mamá, la muerte de nuestra primera mascota, el cambio de casa, los amigos que se van, el cambio de colegio, nuestra primera caída en bicicleta, dejar de ser niña(o) y entrar a la adolescencia, la primera decepción amorosa, nuestro primer abandono, la pérdida de nuestras ilusiones, el dejar a nuestros compañeros de prepa para iniciar la universidad, la muerte del abuelo, nuestra boda o nuestro compromiso para formar una familia, el dejar de ser solos y tener la responsabilidad de los hijos, el cambio de trabajo, la separación, el divorcio, la enfermedad grave de alguno de nuestros familiares, la muerte de otros, la independencia de los hijos, el envejecer… en fin nuestra vida está llena de esas pequeñas Grandes pérdidas, y así también está llena de pequeñas Grandes ganancias…

El Sentir entre los brazos a nuestro primer hijo recién nacido, las carcajadas de nuestros hijos, la primera vez que vieron el mar, el apretón de manos de los amigos, ese triunfo en el trabajo, las navidades en familia, el abrazo durante el amanecer de nuestra nueva pareja o el voltear a ver a nuestro esposo y sentirme realmente amada después de 35 años de casados, el reconocer en nosotros mucho de nuestros padres, el darnos cuenta que tenemos salud, el sentirnos vivos, en fin tenemos que perder para poder ganar, y en el transcurso de esto Recuperar-Nos…

Y ¿de qué manera lo hacemos?
Quizá nos damos cuenta que muchas de nuestras pequeñas grandes pérdidas aún duelen mucho, no obstante que han pasado los días, los meses y en ocasiones los años y siguen doliendo tanto que no nos atrevemos ni siquiera a mencionarlas… pensamos que ocultando nuestro dolor no regresará, como si quisiéramos tapar el sol con un dedo, y lo único que hacemos es que vamos formando amarras emocionales que algún buen día nos alcanzan e inmovilizan, no nos dejan seguir adelante… en una nueva relación, en el trabajo, en el día a día ya que el dolor nos toma por sorpresa y regresa más fuerte, más arraigado, más profundo ante una nueva pérdida…

¿Qué podemos hacer?, ¿cómo dejar de sentir esa opresión en el pecho?, ¿cómo sentirme más ligera?.
–“Seguramente el tiempo ayudará”- nos repetimos una y otra vez… y sin embargo el dolor continúa, se sigue formando un nudo en la garganta al hablar de…
La realidad es que el tiempo tiene un límite, ayuda al principio sin embargo no puede sólo, necesita de la ayuda de un profesional en la materia de pérdidas para poder llegar a Ganar con las pérdidas.

El proceso de duelo
La elaboración de un proceso de duelo, entiéndase proceso como algo que inicia y que tiene fin, es el poder adentrarnos a limpiar la casa, nuestra casa, limpiarnos de todo esas amarras, transformarlas y llegar a integrarlas como ganancias en nuestra vida.
El duelo–duele, sin embargo un proceso de duelo tiene un inicio y un fin, en otras palabras el dolor cede, termina y se transforma en ganancia… es el llegar a comprender -“¿para qué me pasó?”, “¿que obtuve de crecimiento?”, “¿de qué manera salí ganando?”, “¿he crecido con mis pequeñas grandes pérdidas?”…-

Se escucha fácil, sin embargo en medio de la pérdida no lo es, necesitamos de un profesional que nos guíe en este camino, que nos tome de la mano y nos ayude a avanzar día a día, paso a paso, hasta poder mirar atrás y ver-Nos mas fuertes, quizá más sabios, más llenos de vida, re-encontrando el sentido de nuestra vida, y así re-ENCONTRANDO-NOS.

-“La verdad es que no puedo echarte de menos,
porque estoy lleno de ti”-

-“Si fuéramos más conscientes sobre nuestras pérdidas podríamos constatar que están presentes en la vida de todos los seres vivientes “incluyéndonos a nosotros“. La vida conlleva en sí la muerte, desde su inicio como un fruto que madura. Conforme vamos aceptando las pérdidas parciales en nuestra vida será más fácil aceptar la pérdida de nuestros seres queridos y vivir nuestra vida como etapa de crecimiento.”-

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La muerte

La muerte siempre ha inquietado al hombre, ha sido estudiada desde tiempos muy remotos, de diferrentes puntos de vista, religioso, médico, folosófico, psicológico, estético, etc.

Ha preocupado al ser humano y a través del teimpo ha hecho infinidad de estudios para alargar la vida, ya que al enfrentarse con su muerte, a lo desconocido, se atormenta, se angutia, sufre y la trata de evitar.

El tabú de la muerte.
para trabajar sobre el duelo tomaremos como punto de partida el tabú de la muerte, tabú vigente en nuestra sociedad y que se manifiesta de múltiples formas condicionando nuestra manera de comportarnos en aquellas situaciones en que se habla de la muerte o se vive una.

La palabra Tabú tiene dos significados: algo sagrado pero especialmente algo prohibido. prohibido no por una autoridad o por una religión determinada sino por una ley de origen desconocido que a la vez que prohibe, protege.

No es fácil conocer el origente de un tabú, más bien resulta importante pues su origen es místico y conocerlo está a la vez sujeto a la misma prohibición. Su función es la de preservar y proteger a quienes lo observan, de tranquilizar a quien lo cumple ofreciendo un sistema de aputa de conducta y un código de actuaciones que se derivan de la obligatoriedad de su cumplimiento.

El tabú tiene valor de ley y organiza la vida de la comunidad que lo acepta, a la vez que le da estructura. quienes comparten un mismo tabú, comparten sus leyes, sus prohibiciones, forma parte de una misma sociedad, de un mismo conjunto social. Romper un tábú será para un determinado grupo social una trasgresión y por lo tanto será considerado como una falta que merece una sanción, un castigo que puede llegar a ser un delito punible.

Frente a la muerte nos comportamos según esta prohibición que nos ha sido impuesta a través de la educación recibida en nuestras familia y en nuestra sociedad la que , podríamos decir, que no permite actualmente que la muerte sea vista públicamente, ha secuestrado la muerte. nuestra sociedad se escapa frente al tema y frente a la toma de conciencia respecto de la muerte y sus circunstancias.

Hasta hace años, no más de unos treinta, se veía morir a los abuelos en la casa. hoy en cambio, los tanatorios han suplido el proceso de duelo y se ha reforzado así el tabú social sobre la muerte.

Como nos indica Herrán de la A. y Cortina, M.¨La muerte es el tema constantemente vetado. Es negativo, de mal gusto. Al muerto se le encajona, se le acristala, se le tapa, se le camufla con flores y olores tan significativos que cuesta olvidad. Así se le relega y aparta, se le desintegra de la familia, con frecuencia, precipitadamente, los cementerios también se han alejado de los centros de las ciudades se apartan del paso y de la vista.¨

Rabinovich nos dice que ¨La muerte muestra la fragilidad misma del ser humano, siendo indisociable de la sexualidad. La sexualidad para la antiguedad, era a través de la procreación, un remedio frente a la muerte, gracias al mantenimiento de la continuidad de una familia....¨

Luto (del latín lugere) significa llorar y es la muestra de una aflicción por la muerte de una persona querida, que se manifiesta con signos visibles externos, comportamientos sociales y ritos religiosos.

el lenguaje común nos permite pues diferenciar entre dos categorias bien disitntas de pérdidas. Dos categorías que diferencian el duelo por muerte del duelo por otro tipo de pérdida como puede ser por ejemplo, la ruptura de una relación sentimental, la finalización de un proyecto largamente acariciado en el que se ha invertido muchas energías o dinero, o simplemente la finalización de las vacaciones.

Estas dos categorías de duelo se diferencian esencialmente en:

* La intensidad de los sentimientos pues la muerte d una persona querida en general causa una reacción más profunda y prolongada en el tiempo.

*La cualidad de irreversibilidad de la pérdida. La muerte de alguien concluye la experiencia de contacto con éste, no es recuperable o reversible mientras que ne las otras pérdidas simepre queda la posibilidad, real o fantaseada, de poder recuperar total o parciamente lo que se ha perdido.

cada pérdida significativa, cada desapego de una psoción, objeto o ser querido provoca una serie de reacciones y sentimientos que nos hace pasar un perído de llamamos duelo.

Es necesario experimentar este sentimiento. Es necesario experimentar los sentimientos de dolor que se van presentando y exteriorizando de una menera adecuada para poder superar el momento de la ruptura sin desmoronarse.

El duelo es una experiencia más o menos dolorosa que nos acompaña a lo largo de nuestra vida. podríamos decir que tenemos una historia particular de cada uno referida a nuestros duelos y a nuestra forma de haberlos superado o elaborado.

Según Otto Rank el momento del nacimiento es una fuente de ansiedad y este autor ve en este momento tan significativo de la vida, el origen de la ansiedad de sepración y por tanto del duelo.

Otro autor ven en el duelo una consecuencia de nuestros apegos. Freud señala que la finalidad del dolor es la de recuperar la energía emocional que se había unido a la persona o al objeto perdido. Mediante el dolor se podría reinventir esa energía en nuevos vínculos.

Tanatologia

La tanatología es la disciplina que se encarga del estudio integral e interdisciplinario de la muerte. La tanatoloía considera que la muerte humana tiene distintas dimensiones y por lo tanto la estudia apoyándose en diferentes ciencias considerando los factores que se relacionan con ella (psicología, espirituales, relogiosos, sociales, legales, culturales, etc). En área Psicológia se interesa por sus reacciones, como la depresión, neurosis, enojo, mecanismos de defensa, ansiedad, aprehensión, culpa, tristeza, etc. La tanatología estudia los sentimientos y efestos que la muerte provoca, a los familiares, o personas involucradas afectivamente con el paciente, es difícil aceptar la muerte de un ser querido como algo natural. ¨¨DAME MÁS TIEMPO... QUIERO VIVIR¨¨ Y ¿por qué tiene que haber un Re-Encuentro? Re-encuentro es el volver a encontrarse con la vida, muchos de ellos quizá perdieron el contacto con su vida y se encontraron sobre-viviendo a la vida, en vez de vivirla… siendo esta una enorme diferencia que desafortunadamente es de lo más común. El vivir “mi” vida implica una gran responsabilidad, el tener una enfermedad, sea crónica, terminal, degenerativa, no importa el tipo, lleva a preguntarnos en algún momento, a cuestionarnos: -¿Qué he hecho con mi vida?”-, -¿La he aprovechado?-, -¿Qué me falta por hacer?-. Quizá lo más fácil o accesible es culpar a “otros” por lo que me está pasando, mis padres, los médicos, las enfermeras, el sistema de salud, los medicamentos, al mundo, a la vida, a Dios… en fin todo es echar la culpa a todo lo que me rodea… Culpar desgasta, cansa y con el tiempo nos damos cuenta de que no ayuda de nada y si nos trae un mal-estar al maltratar a otros. El “darme cuenta” que no puedo culpar a nadie por no haber aprovechado Mi Vida, es un paso fundamental para llevar a cabo mi cambio interno, el Re-Encuentro con Mi Vida… y sí en efecto tuvo que pasarme esto para darme cuenta que Si Quiero Vivir y Aprovechar MI VIDA, la única que tengo… La vida está llena de pérdidas, unas más significativas que otras, perdemos la salud, perdemos nuestro nivel adquisitivo, perdemos ilusiones, perdemos a nuestra pareja, perdemos control (para posteriormente darnos cuenta que no podemos controlar absolutamente nada…), perdemos a nuestros hijos (mejor dicho dejamos de controlarlos ¿?), perdemos juventud, perdemos nuestro trabajo, perdemos facultades, perdemos y perdemos y seguiremos perdiendo… y a veces llegamos a NOSOTROS MISMOS A PERDERNOS en el camino… Lo importante no es el aferrarnos a no tener pérdidas, sino a saber qué hacer con ellas para aprender a no perdernos en el camino, y darnos cuenta que muchas de estas pérdidas fueron necesarias…

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Respeto, interés y respeto para nuestros niños

Es cuando somos niños, y al calor de nuestras relaciones más cercanas, que se edifican las estructuras de sostén de ésta construcción. Después, cuando drecemos un poco, vamos a ampliar, decorar rediseñar este espacio interno con lo que nos brindan todas las personas con las que nos relacionamos, siempre y cuando sea posible integrar lo que los otros nos ofrece en lo que somos.

Siguiendo esta analogía, si vivo en una casa de cristal será dificil que habite un elegante, si mi casa es muy pequeña, copas cosas nuevas podrán entrar, si es obscura, probablemente no sepa como está construida ni que es mío y que no, si dejo muchos lugares desabitados, pueden poblarse de elementos que yo no deseé.

Cuando hablamos de valores en los niños, el ejemplo anterior puede orientarnos mucho. Un Valor es una cualidad en la psique que nos ayuda a organizarnos pues posee intrinsecamente un referente de lo humano. los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan la manera de ser, orientan la conducta e involucran nuestros sentimientos y emociones.

Así que si existen valores arraigados a manera de fuertes estructuras en el niño, si de forma constante ha podido edificar suficiente experiencia de confianza, aceptación y respeto, difícilmente sucumbirá a lastimar a otros o dejarse abusar. Casi siempre los padres brindan estas ideas a sus hijjos como valores abstractos, pues estamos de acuerdo como adultos que proceder éticamente es correcto, desafortunadamente no pueden siempre dichos conceptos llevarse a cabo en la práctica. y desgraciadamente, aunque mostremos en lo externo nuestra mejor faceta, es usual ser intolerantes, exigentes o violentos con los más cercanos a nosotros.

Tampoco los adultos tenemos una casa interna construida con materiales que resistan las tormentas de injusticia y dolor que vivimos día a día.

Si la constante de hoy en la relación con algún niño cercano a ti es la prisa, el castigo, el juicio, el abandono, recuerda que dentro de él se está creando todo un universo del cual tú eres parte.

Asustarse no ayuda, auto recriminarse tampoco. Solo observa, reconoce y acepta tus propias carencias y dolor, los cuales son generalmente los detonantes de conductas hirientes; eso sin duda te pondrá más cerca de lo que deseas pues habrá incluido la semilla del reconocimiento, interés y respeto por ti mismo, la cual es sin dedu el mejor lugar para cimentar los valores.

Elisabeth Kübler-Ross iniciadora del movimiento de tanatología

Aunque hay algunos que dudan en llamarla la "madre" de la tanatología, lo cierto es que la doctora Kübler-Ross es una de las iniciadoras y principales impulsoras de este movimiento.

Elisabeth Kübler-Ross era de origen suizo y estudió medicina con la idea de poder ir a la India como misionera laica. Sin embargo, la vida tenía una idea diferente de lo que debía hacer y de alguna forma terminó viviendo en Nueva York, donde trabajaba con enfermos mentales (a pesar de que la psiquiatría no era su rama de mayor experiencia). A base de pasar tiempo con ellos y escucharlos, logró que en 4 años muchos pudieran tener una vida libre y autónoma, en la que aceptaban sus responsabilidades y podían vivir sin ayuda de otras personas.
Después comenzó una labor de acompañante de enfermos terminales de todas las edades. Utilizando la misma técnica que había empleado con los enfermos mentales de escuchar y estar abierta a lo que estos pacientes tenían que decir, elaboró un esquema de las etapas por las que una persona que se enfrenta a la enfermedad, a la muerte o a la pérdida de un ser querido atravieza, las "cinco etapas de aceptación de una pérdida": negación, cólera, negociación, aceptación y reconciliación con el proceso. Los estudios de EKR en este campo ponen en el mapa a la tanatología y le dan reconocimiento internacional.
La doctora continuó haciendo trabajo con enfermos terminales hasta el final de su vida, falleció el 24 de agosto de 2004 y dejó como legado a cientos y cientos de familias sanadas gracias a su intervención y conferencias, y 14 libros publicados acerca del buen morir.

tanatonologia

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